Siento mucho no tener la foto de la dorada ya hecha, pero llegamos con mucha hambre a casa y se me pasó hacerla, menos mal que tenía la foto de antes de meterla en el horno.
Si os fijáis no tiene tomate, otra vez con el rollo de que como mi niña no puede comerlo, ya en casa lo hemos eliminado, y mira que me gusta a mi el tomatito como se queda en el horno, pero nada, no había.
Este es un plato muy sencillo y riquísimo, sobre todo las patatas, que con el gustito a limón, la cebolla y el tomate, está para dejar de lado el pescado, jejeje.
Dorada
al horno
Pondremos
1 por comensal excepto del limón
Doradas
Patatas
Cebolla
Tomate
Limón
Aceite
y sal
Preparación:
Precalentamos
el horno con calor arriba y abajo a 220ºC.
Pelamos
las patatas (1 grande por comensal) y las cortamos en rodajas de
medio centímetro. Sazonamos y freimos en la freidora a 140ºC, solo
un poco para que no se nos quede dura puesto que las doradas estarán
lista en unos 15-20 minutos y no es tiempo suficiente para las
patatas si no las hacemos un poco antes. Si cambiamos las doradas por
otro pescado tipo urta que sea grande, y necesite más tiempo de
horno, podríamos ponerlas sin freir antes. Las ponemos en una
bandeja para el horno donde nos quepan los pescados.
Con
la cebolla (1 por persona) hacemos lo mismo, cortamos en rodajas y
freimos un poco. Y ponemos encima de las patatas.
Cortamos
el tomate en rodajas y los ponemos encima de la cebolla.
El
pescado (1 por comensal) tiene que estar sin tripas y sin escamas,
bien seco y sazonado por los dos lados y por las agallas. Le hacemos
hueco en medio de la bandeja de patatas (yo no lo pongo encima de las
patatas, así se hace mejor las patatas) y le ponemos rodajas de
limón por encima y por las agallas y el hueco de las tripas.
Metemos
al horno hasta que esté hecho, más o menos 15-20 minutos, o hasta
que el ojo se le ponga blanco o al abrirlo por la barriga se separe
la carne de la espina.
Y a disfrutar!
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